DAISY MILLER de Peter Bogdanovich
EL TRASPIE DE UN MAESTRO
La adaptación cinematográfica de grandes novelas o de importantes escritores de la literatura universal ha tropezado, generalmente, con la barrera que impone el lenguaje.
Cine y literatura tienen técnicas de lenguaje diferentes. Mientras en la literatura prevalece la palabra escrita, en el cine es el imperio de la imagen y el sonido.
Por eso, cuando se traslada una obra literaria al cine no sólo debe ser fiel a un argumento sino también, fundamentalmente, a las técnica de nuevo medio de expresión que se utiliza. Es decir, no se trata de hacer literatura en el cine, sino hacer cine de la literatura. De lo contrario, se corre el peligro de caer en la superficialidad de una anécdota, descuidando la esencia de lo que se quiere contar y sobretodo de lo que se quiere decir. En pocas palabras, por un lado, no se debe perder el alma del relato, y por otro, debe mantenerse una íntima relación ente las formas y los contenidos, entre lo que se quiere decir y el cómo se dice.
Los problemas apuntados nos son ajenos a Daysi Miller, la última película de Peter Bogdanovich basada en la novela de Henry James del mismo nombre.
El director americano tomas de James el argumento y lo narra linealmente a través de una serie de imágenes que se encuentran al servicio de un dialogo fatigoso e intrascendente que desvía la atención del espectador de la verdadera esencia de la trama. Cabe aclarar es que el guión cinematográfico es obra de Frederick Raphael, el guionista de Darling (John Schlesinger, 1967) y Una Camino para dos (Stanley Donen, 1967).
Así, DaIsy Miller parece como una muchacha americana muy conversadora, desprejuiciada y superficial, que pasea por Europa junto a su madre y hermano, codeándose con la alta sociedad europea.
Pero lo esencial, esa reflexión sobre el desarraigamiento (que derivará en incomprensión) y el choque entre la aristócrata y reaccionaria sociedad europea frente a la arribista y renovadora sociedad americana, solo de comprenderá al final del film cuando una voz en off explica y aclara todo lo que se ha visto.
Es lamentable este traspié en la filmografía de un director de los antecedentes de Bogdanovich, un joven excelente director que había logrado algunos films notable dentro del tradicional estilo del cine americano, y sobretodo, con un material como este, una de las novelas más emblemáticas de su época.