LA VIDA DE ADELE de Absellatiff Kechiche
LA VIDA SEGÚN KECHICHE
Abdellatiff Kechiche es un director franco tunecino que tenía en su haber 4 películas maravillosas ("La Culpa de Voltaire", "Juegos de Amor Esquivos", "Cous, Cous", "La Venus de Ebano"). En 2013 realiza "La Vida de Adele" , haciéndose acreedor de la Palma de Oro en Cannes, y consagrándose como uno de los grandes maestros del cine actual. Su cine habla de los problemas comunes de la gente: el amor, los desencuentros, las dificultades laborales, la necesidad de estudiar y adquirir una cultura, pero especialmente habla de los jóvenes y de la condición femenina, y por sobre todas las cosas, su cine respira verdad. Es lo que se puede llamar un cine post neorrealista.
Ver ahora "La Vida de Adele" remite a los grandes maestros, y especialmente, a cineastas y películas como "El Silencio" y "Gritos y Susurros" de Ingmar Bergman, ambos filmes cuya temática tiene que ver con la complejidad sexual, al Francois Truffaut de toda la serie de Antoine Doilel y "Las Dos Inglesas", relacionados con el descubrimiento del sexo y el amor, a "Muerte en Venecia" de Visconti, en lo referente al amor platónico, al Goddard de "Sin Aliento" en su veracidad y realismo en las formas narrativas, o al Bernardo Bertolucci de "Último Tango en París", en el cual la sexualidad obra como una forma de expiación. Todos films y directores muy diferentes entre sí de los cuales Kechiche abreva estética y temáticamente.
"La vida de Adele" se concentra en el fin de la adolescencia de Adele, en el descubrimiento y la definición de su sexualidad, y la vivencia y final de su primer amor. El lenguaje deslumbrante de Kechiche utiliza algunos planos generales para localización de las escenas, y después, su mayor mérito reside en contar la historia desde el punto de vista de Adele. Esto lo lleva a filmar la casi totalidad de la narración en primeros planos (algunos de los cuales pasaran a la historia misma del cine por su objetividad), y a la utilización del sonido como recurso sustancial del sostenimiento narrativo.
Es difícil pensar en Adele y en Emma como dos personajes. El desarrollo de los mismos, como la descripción del medio que los rodea, se acerca a un grado de realismo tal que Kechiche parece registrar una realidad de la que él ha tomado conocimiento y debe dejar constancia. No son ajenas a ello las dos actrices que san vida a dichos personajes.
Film muy personal, con escenas de alto contenido sexual, no es un film para todo tipo de público, pero es un film serio, adulto, y de un desarrollo estético y narrativo extraordinario.