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A PROPOSITO DE NADAV LAPID


El director de LA MAESTRA DE JARDIN ganó el BAFICI 2013 con su anterior película y ópera prima POLICEMAN. Su cine trata de ser un reflejo de lo que pasa en su país. A propósito de ello, Lapid afirma: "Israel es un país de derecha con un cine de izquierda". A través del cine se puede entender los problemas sociales, pero raramente se entiende lo que la gente piensa. El gran problema es que hay mucha gente que cree que no hay problemas. El rol de un director de cine es mostrarlos. Pues entonces, vayamos al interesantísimo cine que hace Lapid.

LA MAESTRA DEL JARDÍN de Nadav Lapid

LA AMENAZA PERMANENTE

Nadav Lapid es el joven guionista y director israelí que realizó "La Maestra del Jardín", el film que aquí nos ocupa. Ésta no es su primera película, es su segundo largo. Debutó en el cine en 2011 con "Policeman", un thriller con buenas críticas que en Argentina no se estrenó pero que puede conseguirse en video. Lapid es un muy buen guionista y como director, es prolijo, sabe lo que quiere y es capaz de expresarlo con buenos recursos cinematográficos.

"La Maestra del Jardín" es un film muy interesante porque más allá de su visión lineal admite otras lecturas. Estéticamente despojado de toda retorica discursiva, encuentra sus influencias más próximas en el cine clásico americano, particularmente abrevando en Hitchcock, un maestro del cine de suspenso. Apoyándose fuertemente en la imagen, y generando un clima opresivo, Lapid nos introduce en lo que podríamos llamar el "cine de la duda", a la manera de lo que hoy habría hecho el gran maestro. Y ese elemento, la duda que recae sobre la protagonista, es precisamente, el principal hilo conductor de la trama.

Sarit Larry, una estupenda actriz de vasta experiencia en la tv israelí interpreta a Nira, una maestra de un Jardín de Infantes en Tel Aviv donde asiste el pequeño Yoav. El niño no es un niño más. Hijo de padres separados y adinerados, concurre a la escuela a tiempo completo, y tiene una sensibilidad especial que su maestra descubre tempranamente. El niño es un poeta. Esta capacidad del niño provoca en Nira una especie de obsesión sobre Yoav. Ella asume que la poesía de Yoav merece la atención de la intelectualidad hebrea, y este empecinamiento pondrá en riesgo tanto al niño como a la estabilidad emocional de la maestra.

Este es a grandes rasgos el hilo conductor de la trama. No obstante ello, el film admite varios niveles de lectura. En un primer lugar, la estupenda actuación de Sarit Larry da lugar a la construcción de un personaje, Nira, cuya densidad y profundidad es considerable. Nira tiene aproximadamente 40 años, es una mujer aún joven que se encuentra en la medianía de su vida. Casada con un Ingeniero aeronáutico que trabaja sin muchas pretensiones para el Estado israelí, es madre de 2 hijos ya crecidos viviendo fuera de casa, y desarrolla un trabajo que esta al final de su vida útil. Todo ello coloca a Nira en un alto nivel de abulia que la está conduciendo al borde de una crisis de edad de bastante importancia. En ello hay mucho del síndrome de "el nido vacío". En consecuencia, podemos decir que en un primer plano de lectura, la crisis personal de Nira se impone en el análisis de la película.

Pero el interesante film de Lapid encuentra otros planos adicionales para el análisis. La sociedad israelí está en guerra permanente. La irresuelta situación palestina, pone al Estado de Israel y a toda su sociedad en un plano de precariedad muy grande. Al no lograrse la paz, la sociedad se siente amenazada, se vuelve inestable. Esa amenaza es una amenaza permanente, y da lugar a acciones bélicas en forma frecuente. Es Israel un Estado militarizado. En este plano, la figura de Nira alcanza ribetes preocupantes. Su atención sobre Yoav prácticamente se vuelve obsesiva, asfixiante. Su acoso sobre el niño es tan permanente como la amenaza que sufre la propia sociedad que los contiene.

Más allá de esto, el estilo hithcockiano que adopta Lapid para desarrollar su film, se apoya en la creación de dudas en forma deliberada para no dar lugar a ninguna certeza. Quedará en el espectador la responsabilidad de encontrar respuestas que el film, inteligentemente, no dará. En ese aspecto, el film de Lapid es admirable. Una especie de laberinto que comienza en la personalidad de una mujer trastornada y termina en los miedos de una sociedad acosada por la violencia de la guerra.

POLICEMAN de Nadav Lapid

ANTE UN CAMBIO CULTURAL?

Primer largometraje de Nadav Lapid, realizado en 2011, en el cual desarrolla la historia de un enfrentamiento social entre un comando policial metropolitano y un grupo de jóvenes sionistas fundamentalistas.

Ambos grupos tienen en común la juventud de sus componentes. Pero mientras unos tienen como objetivo mantener la paz y el orden social, los otros, creen exactamente lo contrario. Pretenden alterar el orden para restituir a la sociedad a sus valores primitivos.

El Comando policial muestra dos aspectos de la sociedad en que viven. Uno es el componente militar. El otro, es el espíritu de grupo. En ese grupo militarizado priva un fuerte espíritu de hermandad. Sus acciones, obviamente violentas, tocan los márgenes de la ilegalidad. En el grupo, uno de sus integrantes está enfermo de cáncer. Tiene un tumor cerebral. Los demás lo contienen pero a la vez saben que es un elemento sacrificable. Algo de ello incidirá en un proceso de investigación interna donde una acción del cuerpo policial es cuestionada. Para salvar la integridad del grupo, se decidirá que la responsabilidad de las acciones llevadas a cabo fueron de quien ahora está enfermo.

Es duro, pero el espíritu de cuerpo prevalecerá sobre las individualidades.

El otro grupo está formado por jóvenes idealistas, individualistas violentos y ciertamente desorganizados que están convencidos que Israel esta mutando desde una sociedad colectivista al más puro de los capitalismos, y en consecuencia, el país de iguales que tiene sus fundamentos en la creación del Estado de Israel, ha quedado en el camino para generar ahora una enorme brecha entre ricos y pobres. El grupo se ha armado y está dispuesto a entrar en acción. Tomarán por asalto una fiesta de casamiento de clase alta, o mejor dicho, de gente adinerada, para generar el terror. El choque entre ambos grupos será inexorable.

En esta primera obra de Lapid aparece ya el fuerte sentido autocritico del que parece estar imbuido el director. Para Lapid, el enemigo es interno. Está en las propias entrañas del país y en algunas instituciones del Estado. El gobierno y las instituciones democráticas parecieran no existir en ese mundo confrontativo que pinta Lapid. No obstante ello, en su visión permanece un orden clásico.

Acepta la evolución pero no el desorden. En su film, obviamente, el comando antiterrorista será el encargado de poner fin a este desajuste y re establecer el orden en la fiesta y en la sociedad que la contiene. Sin embargo, deja constancia que en esa sociedad hay una sensación de molestia, como una espina clavada en la piel.

Film algo esquemático pero interesante como ópera prima de un director que sin lugar a dudas manifiesta grandes dotes narrativas que se evidencian ya en su segunda película que comentamos más arriba.


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