STANLEY KUBRICK (1928-1999)
Stanley Kubrick nació en Nueva York. Hijo de inmigrantes judíos, su niñez transcurrió en el barrio de Manhattan. Como estudiante, fue un alumno de rendimiento medio. Cuando terminó el Secundario, comenzó una carrera como fotógrafo en la revista Look. En 1951 comenzó a interesarse en el cine, realizando un cortometraje. En 1953, filma su primer largo. Su obra abarca un total de 13 películas, casi todas ellas muy interesantes, ya sea por su tema o por innovaciones formales que incorporaba a su cine. Murió a los 71 años de edad. Sus películas se habían transformado en grandes eventos de una época cuyos seguidores esperaban con ansiedad dado que siempre él los sorprendía con una innovación formal diferente. Raramente los decepcionó. Falleció en Harpenden, Reino Unido
En 1953 debuta en el largometraje con Miedo y Deseo. El film trata sobre los sentimientos y las reacciones de cuatro soldados que sobreviven a un aterrizaje forzoso de su avión cerca de un bosque tras de las líneas enemigas. En 1955, verá la luz su segunda película: El Beso del Asesino, donde un boxeador, en una estación de trenes, nos cuenta sobre una serie de eventos extraños que le sucedieron en los últimos días. En 1956 llegará su tercera obra, la que lo colocará en el pedestal de los tocados por la varita mágica: Atraco Perfecto (The Killing) no solo será su primera obra de madurez sino también aquella que lo ubicará entre los niños mimados de los productores. Se trata de un policial contado del lado de los ladrones, seco y contundente, sobre el robo de la recaudación de un hipódromo. The Killing sigue siendo uno de los mejores thrillers jamás realizados, y tan influyente que marcó a directores como Quentin Tarantino. No obstante ello, su periodo más fecundo, en el cual logra su reconocimiento internacional, llega en 1957 cuando filma Senderos de Gloria (1957), filme antibelicista en el que describió un caso de fusilamientos por supuesta deserción durante la Primera Guerra Mundial. A dicha obra, le sigue Espartaco (1960), una gran superproducción de gran espectáculo producido por Edward Lewis y el propio Kirk Douglas con guión de Dalton Trumbo que lo ubicó en una posición política de izquierda en los Estados Unidos, cuestión que le causó cierta incomodidad con algunos productores de esa época. No obstante ello, pudo filmar otros films importantes como Lolita (1962), basada en la obra de V. Nabokov, y Dr. Insólito, una farsa sobre el poder nuclear que le dieron fama de director perfeccionista, con preferencia por temas polémicos, que suelen girar en torno de las diferentes formas del ejercicio del poder. En 1964 estrena Dr. Insólito, una comedia hilarante acerca de un general loco que desencadena un camino hacia el holocausto nuclear que una Sala de Guerra llena de políticos y generales intenta frenéticamente detener. Es, por sobretodos sus méritos, la película que pone en el pedestal de los famosos a ese actor impresionante e inigualable que fue Peter Sellers.
En 1968 asombró y deslumbró al mundo cinematográfico con 2001: Odisea del Espacio (1969), basada en un relato corto de ciencia ficción de Arthur C. Clarke. Su obra marca un criterio estético prácticamente nunca antes visto que le sirvió de marco para una historia de contenido metafísico que destacó por sus perfectos efectos especiales y la simbología de algunas de sus imágenes. Tres años más tarde estrenó su filme más polémico, censurado durante años en múltiples países, La Naranja Mecánica (1971), basada en la novela del mismo nombre de Anthony Burguess, una reflexión sobre la violencia en tiempos del nacimiento de la era pos industrial. Sus siguientes obras, Barry Lyndon (1975), un film de características históricas, El resplandor (1980), y Full Metal Jacket (Nacido para Matar) (1987), otro film bélico, lejos de su obra reveladora del 57, repiten su cuidado formal, que abunda en un esteticismo frio y aislante. En 1997 inició el rodaje de Eyes Wide Shut (Ojos Bien Cerrados). Una vez terminada la filmación, cuando se encontraba en la etapa de montaje del film, lo sorprendió la muerte. No obstante, la obra pudo ser estrenada.
ANALISIS DE SUS 5 OBRAS MÁS IMPORTANTES
ATRACO PERFECTO (1956)
Después de pasar cinco años en prisión, Johnny Clay ha reunido a un equipo de cinco hombres, incluidos dos expertos, para llevar a cabo un atraco en el hipódromo de Lansdowne que rendirá 2 millones de dólares. Clay ha planeado minuciosamente el robo. Ninguno de los hombres tiene antecedentes criminales. Además, ha contratado a dos hombres por fuera del equipo por una tarifa fija. Todos han aceptado no contar nada a nadie.
El film tiene las características típicas de un drama policial de clase B. Una voz en off nos suministra información relevante. Es una historia coescrita por Kubrick (basada en una novela llamada "A Clean Break"), sobre un atraco meticulosamente planeado que se cuenta desde el punto de vista de varias personas que participaron en la trama. Asume la forma de un rompecabezas que da lugar a un subtexto de carácter existencialista. El uso de un estilo semi documental apoya los acontecimientos dramáticos.
Los personajes son presentados uno por uno. Son un grupo de hombres desconocidos entre sí que encajan como piezas de un rompecabezas en la complejidad un plan. No sabemos cuál será la trama. El director usa ese tiempo para construir el misterio y la tensión en lugar de profundizar en los personajes. Los miembros de la pandilla serán personas comunes que tienen deudas hogareñas que pagar, o una esposa enferma que necesita atención médica, o incluso una mujer que quiere otra clase de vida. A medida que sus personajes quedan atrapados en la trama, toma a cada uno de ellos y juega su incidente hasta el siguiente giro, luego vuelve a un momento anterior para retomar lo que estaba haciendo el otro personaje.
La mayoría de los personajes son honestos desempleados que recurren desesperados a este plan audaz, pensando que así podrían mitigar gran parte de las penurias económicas que estaban viviendo. Cuando parecía que el cine negro era cosa del pasado, Kubrick le da un toque de modernidad con esta película aunque nunca dejó de respetar las reglas básicas del denominado cine negro.
Una clave del éxito del film es su guión, obra del talentoso Jim Thompson, autor también de “The Killer Inside Me” y “The Getaway”, que posee una enorme capacidad para resaltar pequeños momentos dramáticos para aumentar la ironía y la tensión de la película.
El fotógrafo de la película es el gran Lucien Ballard, más tarde, un habitual colaborador de Sam Peckimpah.
"The Killing" es una de las películas de suspenso más hábiles y entretenidas de los años cincuenta... Está hecha como un mecanismo de relojería, y Kubrick, con mucha habilidad, registra un pico de suspenso tras otro... De esa manera, evita cargar la película de violencia.
Es un gran film, y ha inspirado tanto a imitadores como homenajes. El narrador se transforma en un reportero que mira hacia atrás con objetividad para indagar en los eventos pasados. Se trata de una obra innovadora, con líneas de diálogo muy modernas, manejadas por una dirección brillante.
SENDEROS DE GLORIA (1957)
Un tema recurrente en las películas de Kubrick es el conflicto bélico, y aunque su cine parezca más intelectual que emocional, Paths of Glory resulta una obra maestra al respecto. Lo más notable de esta película contra la guerra es su aspecto intimista y la ausencia casi total del enemigo "real".
Ambientada en la Primera Guerra Mundial, en medio de una guerra de trincheras entre Francia y Alemania, el Coronel Dax (Kirk Douglas), un francés, es ordenado a realizar un difícil asalto a una posición alemana. Su comandante, el Gral. Paul Mireau (George Macready) cree que capturar el puesto enemigo le dará un ascenso. El operativo se complica cuando los alemanes responden con un bombardeo sostenido. El general enloquece y exige que tres hombres, elegidos arbitrariamente, sean juzgados por cobardía, un delito que se castiga con la muerte. El coronel Dax, un ex abogado, defenderá a estos hombres ante una corte marcial.
Tanto las escenas de batallas como las del juicio están estupendamente filmadas, manteniendo suspenso y tensión a lo largo de todo el metraje. Ejemplo de ello es la escena en la que el general Mireau recorre las trincheras, caminando hacia la audiencia mientras la cámara se aleja de él. El ajedrez aparece como un símbolo del escenario de la guerra. En la corte marcial, el piso es a cuadros, y los soldados acusados están sentados con guardias parados detrás de ellos como si fueran peones en un tablero.
La luz y sus contrastes juegan en la composición de las imágenes. El cuartel general de los oficiales es amplio y luminoso. Las trincheras son sombrías y estrechas. El uso de la música también es notable. En ella predomina la percusión. En la marcha fúnebre el tambor infunde una sensación de temor, que se intensifica aún más al escucharse los disparos mortales.
Kubrick muestra un gran control de los efectos de sonido y el movimiento de la cámara en las breves pero efectivas escenas de batalla que representan el caos que fue la guerra de trincheras. La batalla continuará en una sala de audiencias, donde las diferencias sociales entre la élite que se beneficia y los ciudadanos comunes que como soldados sufren y mueren en la guerra son mostradas con gran lucidez.
Los momentos finales de los soldados en el bar son los que convierten a este film en una obra maestra. Kubrick deja escapar cierto sentimentalismo que humaniza la película, dándole no solo calor humano sino desintelectualizándola. En la escena final, incluso, deja escuchar una melodía que genera una idea de desmilitarización que marca el fin de la guerra.
El casting es notable. Si bien no hay grandes nombres aparte del protagonista Kirk Douglas y Adolphe Menjou, no hay un solo mal desempeño. La desesperación y el resentimiento de los soldados condenados se perciben como absolutamente reales. Además, la presunción y la falsa simpatía de los oficiales de clase alta son retratadas con gran veracidad.
Esta producción, excelentemente puesta en escena y maravillosamente representada, es tanto un logro de actuación para Douglas como una obra maestra de dirección del joven Kubrick que, además, adaptó la novela basada en relatos reales. La notable calidad artesanal y la profunda reflexión filosófica y psicológica que impone su visión, colocan a Senderos de Gloria como uno de los films antibelicistas más profundos y logrados de la historia del cine.
LOLITA (1962)
Humbert, un europeo de mediana edad, llega a los Estados Unidos donde ha conseguido trabajo como profesor de literatura francesa en el Beardsley College de Ohio. Pero antes decide pasar el verano en la ciudad de Ramsdale, New Hampshire. Para ello, alquilará una habitación en la casa de Charlotte Haze, una viuda a la que le gusta darse aires de mujer culta y relacionada que vive con su provocativa hija Dolores Haze, más conocida como Lolita. Entre sus relaciones se encuentra Clare Quilty, guionista de televisión y teatro, que también ha llegado para dar una charla en una reunión del club de mujeres.
El film es la adaptación cinematográfica del libro del mismo nombre del ruso Vladimir Nabokov. James Mason está extraordinario en su papel. Es el prototipo del hombre maduro y educado atrapado en el punto más bajo de su psique, completamente desestabilizado ante la atracción irresistible que siente por la hija adolescente de la Sra. Haze. Shelley Winters (la Sra. Haze), se sumerge en el vacío de un ama de casa viuda y desesperada, necesitada de sexo. A diferencia de Mason, ella no lo sabe. Su inocencia se cruza con su enfermedad. Peter Sellers, es el torturador. Sue Lyon es la tentación, el demonio encarnado en una adolescente.
La idea de filmar la controvertida novela con su tema tabú en el centro parece una provocación. Sin embargo, no es así. El film es un prodigio de equilibrio. Estamos ante tres personajes que encarnan la soledad de un hombre maduro, la desesperación de una viuda reciente y el descubrimiento del sexo de una joven adolescente.
En manos de Kubrick la obra de Nabokov se transforma en la meditación de un adulto sobre la juventud, la obsesión y el sexo. Nos habla de una relación triangular entre un intelectual sensible a la belleza y la juventud, una viuda desequilibrada por la presencia de este profesor, y una adolescente manipuladora y despreocupada. El film sale adelante en base al gran equilibrio y sutileza con que Kubrick maneja el provocativo tema.
Para ello eligió un elenco perfecto. James Mason transmite tanto el alma atormentada de un maduro intelectual como la cortesía exterior de un caballero inglés. Shelley Winters esta impecable en su viuda educada y necesitada de sexo. Sue Lyon es simplemente Lolita: sexi, aniñada, misteriosa y ciertamente manipuladora. Peter Sellers, en cambio, está desaprovechado y pareciera que su personaje sobra frente a ese trio fabulosos que componen madre, hija y profesor visitante.
"Lolita" sigue mantenimiento, incluso más que cuando fue escrita, la relevancia de su tema. Es, posiblemente, la mejor película de Kubrick por su equilibrio clásico, su permanente actualidad, la sutileza de su puesta en escena, las actuaciones de su grupo de actores, y sobre todo, su extraordinaria fotografía en blanco y negro de Oswald Morris. Tampoco podemos ignorar la noble partitura de Nelson Ridle.
2001: ODISEA DEL ESPACIO (1968)
Es un film que Kubrick tuvo que explicar antes de su estreno. Los espectadores debían aceptar que 2001 no era un tipo de película para entender, ni tampoco para emocionar. Por el contrario, estaba destinada a convertirse en una experiencia subjetiva que llegaba a cada espectador a un nivel de conciencia diferente.
“2001” requiere ser mirada de una manera distinta a la convencional. Requiere relajación, dejarse llevar por las imágenes sin que necesariamente debamos encontrar un significado o necesidad de entender cada escena. No es una película narrativa, es contemplativa. Nos plantea una experiencia sensitiva.
El descubrimiento de varios misteriosos monolitos de color negro desencadena ciertos eventos de la película. Nos interroga. ¿Qué son? ¿De dónde vienen? ¿Qué significan? Kubrick nos saca del papel de espectadores y nos induce a cuestionarnos de dónde venimos y hacia dónde vamos. Es prácticamente, un film filosófico.
A pesar que a fines de los años 60 la tecnología marcó un hito de optimismo, Kubrick miró hacia adelante, destacando los posibles aspectos negativos de aquel avance. Repasemos el film. Los simios y los humanos se acercan al monolito de forma diferente. ¿Qué significa ese monolito? Posiblemente, lo incomprensible. Detrás de él solo existe la oscuridad. Kubrick puede haber estado sugiriendo que estábamos manejando información en forma equivocada.
Al igual que el hombre, los simios del film no están dispuestos a compartir comida y agua con sus pares. Cuando descubren los huesos como armas, matan a los de su propia raza, posiblemente presagiando nuestra propia desaparición si continuamos avanzando en el desarrollo de inteligencia artificial. La humanidad es vista como egoísta y no se avizoran razones para el cambio. Tampoco los astronautas Dave Bowman (Keir Dullea) ni Frank Poole (Gary Lockwood) muestran algún signo de emoción a lo largo de la película
Nunca una máquina tuvo una presencia de pantalla tan escalofriante. La computadora H.A.L 9000, se transforma en uno de los villanos más terroríficos de la historia del cine. Hay algo en su voz tranquila, imprevisible, y especialmente, en su ojo rojo que resulta aterrador. Aunque es una máquina, exhibe algunos rasgos de humanidad cuando suplica por su vida o canta mientras asesina a algunos miembros de la tripulación. Hay claras connotaciones del destino de la humanidad cuando H.A.L intenta matar a Frank, Dave y demás miembros de la tripulación que están en hibernación. Sin embargo, la computadora, en contrario con lo que se piensa, no es perfecta. Kubrick sugiere que la inteligencia artificial aún no ha alcanzado el nivel de aniquilación de la raza humana, pero podría ocurrir.
Esta idea coincide con la secuencia final, donde el hombre alcanza la siguiente etapa de la evolución. Después de la famosa secuencia "Star Gate", la Habitación de Dave se ilumina. El escenario insinúa la Era de la Ilustración, exquisitamente decorada al estilo del siglo XVIII y adornada con lujosas pinturas y muebles. Su final preocupa a muchos espectadores, ya que exigen claridad donde solo puede haber misterio. ... Insisten en una respuesta donde solo puede haber una pregunta.
2001 es una de las mejores películas de ciencia ficción realizadas hasta la fecha. Stanley Kubrick fue un gran cineasta y este es su mejor trabajo. Su film es considerado una de las mejores películas de todos los tiempos. Fue una maravilla en el avance de efectos especiales. Mediante el uso de miniaturas y una iluminación realista, Kubrick realizó algunos de los mejores efectos que se hayan visto en el cine. Creó el vacío terrorífico de la atmósfera espacial subrayada por acordes musicales y efectos de sonido. Por otro lado, la ausencia de sonidos en el espacio no solo es realista, sino que se usa de manera inteligente como una herramienta que permite establecer los estados de ánimo de la tripulación.
Además de los extraordinarios efectos especiales, hay otros factores que juegan un papel importante en el cúmulo de sensaciones que provoca la película. “2001” exige mirar de una manera diferente a lo que estamos acostumbrados. Requiere relajación, contemplación de imágenes extrañas y bellas sin que necesariamente tengan un significado, o la necesidad de entender lo que estás viendo. La música clásica predominante, complementa las escenas transformando al film en un discurso audio visual de profundo contenido humanístico. Un viaje a través del tiempo y la evolución del ser humano. Kubrick siempre consideró que los espectadores eran quienes debían explorar e interpretar la película, y siempre se negó a dar explicaciones sobre ella.
LA NARANJA MECÁNICA (1971)
Kubrick vuelve otra vez a indagar sobre la condición humana, la libertad del hombre y su capacidad de corrupción. Es imposible sentirse indiferente frente a las imágenes de Naranja Mecánica, una historia salvaje sobre un joven violento y su posterior "reforma" por parte del gobierno. Es una obra compleja que va más allá de relatar una simple aventura en un mundo juvenil. Nada que ver con las películas de pandilleros de los años 50. En aquellos años. Brando representaba un genuino desconformismo respecto de una falsa idea de la prosperidad de posguerra. El Alex de Malcolm Mc Dowell representa una juventud que no solo critica a la sociedad que pretende contenerla, sino que esta fuera y en guerra con ella.
La imagen inquietante de una juventud insatisfecha y la descripción satírica de un gobierno que intenta crear una sociedad mejor son brillantes, pero el aspecto más interesante del film es su planteamiento moral. Los crímenes que Alex comete son feroces, pero la respuesta del gobierno es peor. La película muestra al ser humano tal como es, por algo es el ser vivo más inteligente del planeta y es capaz de reinar sobre él. El film, al igual que la obra sobre la cual está basado, es violento, pero ese es el tema de los planteamientos que realiza.
El personaje de Alex, interpretado por Malcom MacDowell como el jefe de un grupo de jóvenes involucrados en actos de violencia sexual, es desagradable y despreciable. Representa una encarnación de nuestros temores y preocupaciones. Alex no se ve como una persona enferma. No reconoce su problema. Se considera parte de una sociedad que es como es.
Los padres han perdido el control de la situación de los hijos. La violencia está ganando a las masas. La sociedad se siente perdida. Primero Burgues en su novela, y ahora Kubrick con la película, desafían a la sociedad a mirarse en el espejo. Los atropellos de los protagonistas los hacen caer en manos de la policía. Preocupado por el creciente número de prisioneros, el Gobierno británico diseña un método para "programarlos" para que siempre elijan lo bueno. Alex es elegido como uno de aquellos en los que se probará el nuevo sistema.
En Naranja Mecánica de Stanley Kubrick prevalece una idea desasociativa que se expresa tanto con el absurdo de la violencia que presenta, como en el nivel de actuación que toma del aquel género teatral, donde lo dramático termina mostrándose cómico, y los subrayados musicales parecen contradecir las imágenes que estamos viendo.
Si un humano no tiene opción de elegir entre el bien y el mal, deja de Ser. Cuando Alex sufre un lavado cerebral y es "reprogramado" para elegir solo el bien, termina siendo rechazado por la sociedad por la propia sociedad que ha pretendido reformarlo. Esta es la cruel ironía de Naranja Mecánica, un film trascendental basado en una obra capital de la literatura moderna. Si el hombre debe ser programado para ser un mejor hombre, deja de ser hombre para transformarse en una máquina. En ello reside esta visión apocalíptica que busca vanamente el fin de la violencia.